Hay signos que delatan que necesitas unas vacaciones urgentes. Así que prepara las maletas y elige destino. ¿Playa, montaña o ciudad?…. salida inminente
FORMENTERA (España)
Formentera es un gran paraíso mediterráneo al que solo se accede en barco desde Ibiza y en el que se puede disfrutar de unas playas de película, con arena blanca y aguas cristalinas. Su encanto se debe a una protección celosa de su medio ambiente que ha evitado la construcción masiva de sus costas. Ese cuidado ha conseguido que la isla sea hogar de un sinfín de especies animales muy valiosas (aves, reptiles, insectos…) y de una vegetación silvestre rica en pinares y sabinares. En costas abruptas y acantilados dominan las comunidades endémicas de hinojo marino y Saladins, que dan lugar a la asociación Crithmo-limonietum. También destaca la abundante presencia de comunidades típicas de dunas móviles y semimóviles como son Medicagini marinae–Ammophiletum arundinaceae y Lotus cretici–Crucianelletum maritimae.Un elemento diferenciador de Formentera respecto al resto de islas del Mediterráneo es la pradera de posidonia que la rodea y que hace las funciones de depuradora natural, limpiando el agua y permitiendo la sedimentación de la arena en el litoral, una auténtica selva submarina que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999. También en ese año, el gobierno de Formentera, junto al de Ibiza, creó la Reserva Marina dels Freus, con el objetivo de proteger los ecosistemas, parar la degradación de los hábitats y recuperar y repoblar las áreas amenazadas. El éxito turístico de la isla radica precisamente su gran respeto por la naturaleza y su desarrollo sostenible, además de presentar el clima más cálido y menos lluvioso de todo el archipiélago balear. Sus playas más conocidas y concurridas son las de Es Cavall d’en Borràs, Els Pujols y las de Illetes. También están las de Es Caló, Llevant o Ses Platgetes. Las más pequeñas como la de Casa Saona son de una belleza maravillosa y también merece la pena visitarlas.
Qué ver: Formentera acoge a una comunidad extensa de artistas y artesanos que exhiben y venden sus trabajos. La Feria de arte y artesanía, y el Mercado artesanal y artístico de Sant Ferrán son lugares donde encontrar auténticas joyas y recuerdos de la isla inolvidables.
Qué comer: Obviamente, hay que probar el pescado en sus diferentes preparaciones, a la parrilla, en guiso, al horno, con arroz… Y de postre, una deliciosa tarta de queso de cabra.
Sitios con encanto especial: Todos sus paisajes submarinos son de una belleza mayúscula. Los amantes del buceo pueden nadar entre cuevas, paredes con gorgonias y praderas de posidonia.
Oporto (Portugal)
El vecino Portugal es un gran destino turístico lleno de atractivos, a veces, olvidados. Uno de ellos es Oporto, la segunda ciudad más grande del país, solo por detrás de Lisboa. La desembocadura del Duero hace de ella un lugar muy especial, con algo místico que difícilmente se puede describir y que varía según el lugar, la hora y la luz del día. Los ravelos -unos barcos tradicionales- surcan el río constantemente en cruceros turísticos que atraviesan sus seis famosos puentes. Sus callejuelas estrechas empinadas, su ambiente decadente y sus bodegas atrapan a todos sus visitantes. También lo hace su gente, conocida por su trato amable y generoso.Su patrimonio sabe combinar la antigüedad de sus grandes monumentos, como la catedral o la Iglesia de San Francisco, con la contemporaneidad de destacados edificios, como la Casa de la Música, el Museo de Serralves o la Escuela de Arquitectura, de la que salieron los nombres de Álvaro Siza Vieira y Eduardo Souto de Moura, ambos Premios Pritzker.
Qué ver: Sus afamadas bodegas Ramos Pinto, Ferreira, Sandeman y Calem para, de la mano de un guía, conocer sus instalaciones, el proceso de elaboración del vino y disfrutar de una rica degustación.
Qué comer: El bacalao en sus distintas versiones y la francesinha, una especie de sándwich de jamón, queso y filete. La repostería es de alta calidad. Las llamadas natas son casi idénticas a los pasteles de Belém que se comen en Lisboa. Deliciosas.
Sitios con encanto especial: El Mercado do Bolhao, donde desde 1914 se vende carne, pescado, fruta, flores y muchos otros productos, y la librería Lello e Irmao, escenario de algunas de las películas de Harry Potter. Fotos® CC BY-NC-ND – Entidade Regional do Turismo do Douro
Fotos® CC BY-NC-ND – Entidade Regional do Turismo do Douro
Zermatt (Suiza)
Zermatt es un conjunto de emociones, de sensaciones inolvidables, un área de montaña de primer nivel, llena de historia y de paisajes únicos, y donde se encuentra la estación de esquí más alta de Europa. Esta población suiza, situada a 1.620 metros, es muy conocida porque no permite el uso de vehículos que usen combustible, tan solo pueden circular coches eléctricos.Centro neurálgico de los deportes de montaña, tiene al Matterhorn como máximo referente y su primera ascensión en 1865 como fecha histórica que marcó un antes y un después en la historia del alpinismo. La llegada del ferrocarril cremallera de Gornergrat y la inauguración de los primeros remontes mecánicos a mediados del siglo XX facilitaron la llegada de montañeros, esquiadores y turistas, pero sin alterar en ningún momento el centro histórico de la población, con sus casas de madera y sus mazouts con más de 500 años de antigüedad.
Con el paso de los años, Zermatt amplió su dominio esquiable, llegando hasta el glaciar Theodul, el Plateau Rosa y la cumbre del Matterhorn glacier paradise (3.883 metros), donde se encuentra el teleférico, el telesquí, el ascensor y la gruta de hielo más altos de Europa. En Zermatt también se halla el primer funicular subterráneo de Suiza, el Sunnegga Espress, uno de los más rápidos y modernos del mundo.
El invierno es la estación estrella, sin embargo, en verano los visitantes pueden probar otras atracciones deportivas como el kickbike -un híbrido entre bicicleta y monopatín- por caminos o pistas balizadas, o a bañarse en el Leisee, uno de los lagos más bellos de la zona. Este destino de montaña también ofrece un sinfín de eventos culturales a lo largo de todo el año como el Zermatt Unplugged, uno de los festivales musicales de mayor prestigio a nivel europeo.
Qué ver: El Matterhorn, considerada la montaña perfecta. Es la cumbre más fotografiada del mundo.
Qué comer: En esta región hay gran variedad de platos exquisitos que van más allá de la fondue de queso. Son muy recomendables la cholera (un pastel de verduras), el arroz al azafrán y el roggenbrot, que es el pan suizo de centeno.
Sitios con encanto especial: El Riffelsee, el espectacular lago en el que se refleja el Matterhorn, y el Matterhorn glacier, al que hay que subir usando el teleférico más alto de Europa para disfrutar de una impresionante panorámica de Los Alpes.